Ansiedad y Estrés

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es una experiencia universal que puede aparecer ante determinadas situaciones: entrevistas de trabajo, exámenes, etc. Es adaptativa, y nos ayuda a afrontar las circunstancias que vivimos.

El problema viene cuando la ansiedad o el miedo son desproporcionados o aparecen ante estímulos que no representan peligro alguno. En estos casos, nos encontramos ante una ansiedad desadaptativa, que limita y hace sufrir a la persona. Es posible que nos encontremos ante un trastorno de ansiedad.

Síntomas de la ansiedad

Los síntomas de ansiedad son reacciones que se escapan a nuestro control y tiene un carácter recurrente, que provocan un gran malestar e interfieren negativamente en diferentes aspectos de nuestra vida.

Si tienes alguno de los siguientes síntomas, en Abeledo Borel podemos ayudarte a sentirte mejor:

  • Somáticos: taquicardia, sensación de ahogo, mareos, dolor de cabeza, sensación de nudo en el estómago, garganta, insomnio y náuseas.
  • Cognitivos: dificultades para concentrarse, preocupación excesiva y frecuente, pensamientos negativos o catastróficos, problemas de memoria, problemas para tomar decisiones, sensación de confusión y pensamiento acelerado.
  • Emocionales: angustia, inseguridad, irritabilidad, miedo, sensación de falta de control, aprensión, sensación de vacío y agobio.
  • Conductuales: dificultades para seguir el curso de una conversación, quedarse en blanco, estado de alerta y dificultad para permanecer en el mismo sitio (colas, salas de espera, etc.).

Consecuencias de sufrir un trastorno de ansiedad

Cuando el nivel de ansiedad es moderado, se funciona con una cierta normalidad pero, con el paso del tiempo, empeora. Puede conducirnos a evitar salir de casa y rechazar el contacto social, aislándonos cada vez más, llegando a verse profundamente afectada la vida familiar, social y laboral.

Además, los síntomas de la ansiedad pueden agravarse y derivar en distintos trastornos: trastorno obsesivo compulsivo, trastorno de pánico, hipocondría, fobias, etc. Más allá de estos trastornos, la persona que sufre ansiedad también es más propensa a desarrollar un cuadro depresivo.

Tratamiento para superar la ansiedad

Ansiedad generalizada, pánico, fobias, obsesiones, etc., son problemas con un componente ansioso de base, que afectan cada vez a más población, y para los que la terapia cognitivo-conductual es idónea.

En Abeledo Borel trabajamos ofreciéndote distintas herramientas, que te permitirán combatir la ansiedad y manejar el estrés en poco tiempo, con resultados satisfactorios a medio y largo plazo.

Podrás aumentar tu tranquilidad para afrontar el día a día, modificar las creencias que incrementan tu nivel de ansiedad y generar confianza, autoestima y autonomía.

Si sientes…

  • Pánico: sensación de fatalidad inminente.
  • Fobias: miedo intenso a objetos o situaciones, que evitas por todos los medios.
  • Ansiedad generalizada: si vives preocupado por todo, con malestar constante e intenso ante cualquier acontecimiento presente o venidero, incluso cotidiano.
  • Obsesiones: si en contra de tu voluntad te asaltan pensamientos de contenido inquietante, que te producen un gran malestar, acompañado o no de rituales para protegerte.
  • Hipocondría: si tienes una alta convicción de padecer una enfermedad física grave o potencialmente mortal a pesar del diagnóstico negativo del especialista, y este problema te genera un gran sufrimiento y malestar, interfiriendo en tu vida social personal o laboral.
  • Trastorno dismórfico corporal: si tienes la creencia de que tienes un defecto físico y lo vives con preocupación intensa, a pesar de las afirmaciones de los demás de que tu apariencia es normal.

Estrés

Todos hemos oído hablar del estrés. Incluso hemos mencionado alguna vez que estamos “estresados” pero, en definitiva, ¿qué es realmente el estrés?

El estrés puede definirse como un conjunto de reacciones fisiológicas que se presentan cuando una persona sufre un estado de tensión nerviosa, producto de diversas situaciones en el ámbito laboral o personal.

Si el estrés se mantiene en el tiempo, es muy probable que cause problemas físicos y psicológicos.

Síntomas del estrés

El estrés se puede manifestar de diferentes formas, en función del tipo de estrés que se sufra o la fase en que se encuentra cada persona.

En cualquier caso, los síntomas pueden ser de diferentes tipos:

Físicos:

Los síntomas de este tipo son muchos y muy variados, dependiendo de la persona y el tipo de estrés que sufra. Los más comunes son:

  • Tensión y dolores, como el dolor de espalda, cuello o cabeza, temblores.
  • Dificultad para tragar, sequedad de boca.
  • Sudoración excesiva (especialmente en las manos), pies y manos frías.
  • Palpitaciones, opresión en el pecho.
  • Problemas en el aparato digestivo como colon irritable, náuseas, dispepsia, acidez, gases, digestiones pesadas, diarrea o estreñimiento, calambres intestinales.
  • Incremento de la tensión arterial.
  • Aumento de la frecuencia cardíaca.
  • Alteración de la respiración.
  • Trastornos endocrinos.
  • Exacerbación de eccemas.
  • Cansancio físico.

Emocionales:

  • Inquietud, estado de nerviosismo, angustia, miedo o pánico.
  • Ganas de llorar.
  • Cambios de humor.
  • Preocupación desproporcionada.
  • Depresión y alteraciones en el estado de ánimo.

Cognitivos:

  • Problemas de concentración y memoria.
  • Dificultad en tomar decisiones.
  • Sensación de embotamiento mental.
  • Pensamientos repetitivos e ideas catastróficas.
  • Sensación de verse superado.

Conductuales:

  • Movimientos nerviosos.
  • Bruxismo (rechinar de dientes).
  • Actitud brusca en el trato con otras personas.
  • Alteración en la ingesta de alimentos ya sea por exceso o por defecto.
  • Alteraciones del sueño (insomnio o dormir en exceso).
  • Problemas sexuales.
  • Beber o fumar más de lo habitual.
  • Aparición de tics nerviosos.

Algunos de estos problemas de estrés pueden ser provocados por circunstancias diferentes. Veamos algunos ejemplos:

Estrés laboral:

El estrés laboral es un conjunto de reacciones de estrés nocivas, tanto emocionales como físicas, consecuencia de las exigencias en el ámbito laboral.

De perdurar en el tiempo, llevan a un consumo de los recursos de la persona y aparece el síndrome del trabajador quemado (burnout).

Estrés postraumático:

Como consecuencia de haber vivido una experiencia traumática (accidentes, sucesos agresivos, sexuales, etc.) pueden aparecer un conjunto de síntomas de carácter ansioso y afectivo (insomnio, irritabilidad, un estado de alerta excesiva, evocación frecuente del suceso traumático, flashback – las imágenes de la situación traumática vuelven a experimentarse una y otra vez en contra de la propia voluntad y vienen acompañadas de reacciones de ansiedad intensas-, sentimiento profundo de tristeza y evitación de los estímulos relacionados con el trauma).

Estos síntomas pueden aparecer inmediatamente después del suceso traumático o pasado un tiempo, desde varios meses hasta incluso un año.

Este tipo de estrés se puede sufrir y es devastador a cualquier edad, pero son especialmente relevantes las consecuencias en el caso de los niños.

¿Tienes alguno de estos síntomas? Si crees que el estrés es el responsable de tus problemas de salud, podemos ayudarte.