Los problemas en el trabajo son algo que afecta a la mayoría de personas.
Antes o después, la vida laboral que llevamos acaba por generar roces. Tal vez un compañero de oficina no nos agrada, o quizá no nos sentimos integrados. La realidad es que hay infinidad de posibilidades que acaban causando malestar a las personas.
Sin embargo, superada cierta barrera, podemos empezar a sentirnos quemados. Lo que empezó siendo un hecho puntual se convierte en una rutina. Ese problema circunstancial se cronifica y nos amarga la existencia. ¿Por qué conformarse con eso?
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Los problemas en el trabajo no han de ser subestimados
Siempre habrá alguien que nos diga que los problemas en el trabajo no son para tanto. Y tiene cierta razón.
Es decir: cuando nos sentimos plenos y felices en nuestra actividad laboral y se produce algún roce, no tiene mayor importancia. Es normal que exista algún que otro conflicto con personas que vemos todos los días.
Con todo, el verdadero estrés laboral se produce ante situaciones como:
- Tener una carga de trabajo excesiva.
- Sentir que pesa sobre nosotros demasiada responsabilidad.
- Carecer de recursos para llevar a cabo nuestra labor de forma satisfactoria.
- Estar en un ambiente tóxico, que genera malestar.
- Tener compañeros con actitudes negativas.
- Sentir que no somos valorados o incluso despreciados.
- Sufrir acoso, amenazas de cualquier tipo o conductas vejatorias constantes.
No solo no es aceptable sufrir estas circunstancias, sino que tampoco resulta necesario.
A menudo, las personas que sufren problemas en el trabajo optan por sobrellevar todo. Asumen el peso de las circunstancias, no hacen nada al respecto y tiran hacia adelante, confiando en que las cosas se arreglarán por sí mismas.
Es fundamental darse cuenta de que, si estás en un ambiente laboral nocivo, esto te afectará. Puede llegar incluso a producir problemas serios de salud mental, por lo que es importante que busquemos soluciones.
3 consejos para afrontar los problemas en el trabajo
Si tienes problemas en el trabajo, es clave que busques soluciones.
No es necesario que abandones tu puesto y cambies por completo tu vida. Puedes tomar decisiones que te ayudarán, como:
- Aborda la situación: hay personas que, ante este tipo de situaciones hostiles, se quedan inmóviles. Esto es un error, ya que dependen siempre de que las circunstancias cambien (o no). Por ello, una buena medida que puedes implementar es intentar solucionar esos problemas que tienes. De forma razonable y sin generar más daño: solucionar los conflictos en el trabajo suele ser más viable de lo que parece. Si no expresas que tienes un problema, es posible que tus compañeros, sencillamente, no lo perciban.
- Habla con tus superiores: si sientes que el conflicto es algo que no puede solucionar por ti mismo, ponte en manos de tus superiores. Busca a un cargo de confianza, y pide ayuda. Muchas empresas cuentan con departamentos específicos para ellos (recursos humanos). Si no es tu caso, o no es posible porque eres el jefe, es imperativo que busques la ayuda de un mediador, lo que nos lleva al punto siguiente.
- Apóyate en un psicólogo: tanto si necesitas una visión objetiva como si precisas que alguien te ofrezca estrategias y herramientas para superar tus problemas en el trabajo, un psicólogo puede ser la respuesta adecuada. Como psicólogo especialista en problemas en el trabajo en Santiago de Compostela he visto numerosos casos que se resuelven con una intervención adecuada.
Recuerda que si tienes problemas en el trabajo no es necesario que aguantes todo. Busca ayuda y, antes de lo que crees, conseguirás superar tan desagradable situación. No la subestimes: podrías llegar a quemarte. ¡Y no vale la pena! Nuestros psicólogos en Santiago estarán encantados de ayudarte.
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